La historia del turrón parece remontarse a orígenes árabes, y sus dulces de miel con almendra que se adaptaron a lo largo de los siglos en toda la península.
La historia del turrón parece remontarse a orígenes árabes, y sus dulces de miel con almendra que se adaptaron a lo largo de los siglos en toda la península, más tarde a través de nobles catalanes pasó a extenderse por Italia y Francia, convirtiéndose en dulce habitual entre los cortesanos.
La primera mención que se hace del turrón es en un libro sobre banquetes de Cristófono Massisburgo, publicado en 1549, donde se hace un exhaustivo catálogo de los banquetes del cardenal Hipólito de Este. Fue en un banquete de cien platos en el año de 1529 y se presentó el dulce en forma de torres, que fueron despedazadas sobre cinco bandejas, de ahí muchos han querido ver la etimología del latín torrone. Igualmente la leyenda levantina considera que fue inventado en una ciudad sitiada durante la reconquista, en la cual se necesitaba de un dulce incorruptible.
Con un campo repleto de almendros y panales, su materia prima, la zona de Castuera ofrecía las condiciones ideales par la elaboración del turrón y así existen escritos que atestiguan la importancia del turrón en Castuera ya en el s. XVII.
Principalmente se consume en Navidad, casi desde sus orígenes y esta costumbre se extiende a la mayoría de sus variantes como el torroni piamontes y siciliano.